Su origen se remonta al siglo I de nuestra era. En esa época surge en China el papel de fibra vegetal, el primer gran paso para la confección del papel y con ello la evolución de la papiroflexia (origami). La utilización de este nuevo material se extendió a Corea siempre guardando el secreto de la fabricación durante varios siglos. Es en el siglo VI cuando el papel entra en Japón a través de libros representando figuras, que hacen los monjes budistas de la religión Shinto, que eran los únicos practicantes de la papiroflexia (también mantenido en secreto), durante un desplazamiento hacia el país del sol naciente de dos monjes llamados Dokyo y Hojo, que sabían como hacer papel además de la facilidad de hacer origami.
En esta época los acontecimientos culturales estaban a cargo de damas de honor, de gran refinamiento, y las primeras figuras plegadas de papel se remontan a esa época, no existen indicios que determinen que dicha inspiración viniese de China.Cerca del año 1000, Murasahi Shikibu, escribió “La historia del Príncipe Genji”, en ella menciona los magníficos tipos de papel en los que se redactaban las cartas de amor, las poesías, y describía la forma extraordinaria, significativa y delicada en que eran plegados. Quizás ésta sea la primera prueba de origami, ya que en las cartas no sólo tenía importancia su contenido, la escritura, la elección del papel sino también la forma del plegado, ya que era elegido según la ocasión o de acuerdo al contenido. Si bien es una descripción mundana, por ser cartas de amor y felicitaciones, podríamos decir que probablemente tenían origen religioso. El ejemplo son las Orikata, trasmitidas de generación en generación, dentro de la clase sacerdotal sintoísta.Los motivos y formas de poner cintas, según esta técnica tenía significado simbólico en ceremonias religiosas y cultos, un ejemplo la “mariposa” (el plegado tal vez más antiguo), que aún hoy se pliega de muchísimas formas diferentes, estas eran utilizadas en bodas sintoístas, se realizaban una mariposa macho y una hembra y cerraban 2 botellas de sake, durante la ceremonia se unificaba el contenido de las 2 botellas en una sola copa, ofreciéndoselas a los novios, como símbolo de amor constante.
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